viernes, 24 de diciembre de 2010

El placer de la imagen

"Alekséyev" -Que no tío, que vayas a disfrutar, joé. No te preocupes por esas cosas.
Juan -Pero es que se supone que tengo que dar la talla en la fiesta. Como no me líe con alguna de las dos, voy a quedar hasta mal. Bueno, si es otra cualquiera tampoco estaría mal, pero eso ya no se me da bien.
-Yo creía que tú eras más alma libre, pero veo que necesitas complacer a los demás para estar a gusto en un sitio.
-No, no, eso ya no. Bueno, siempre queda algo, pero no es por la gente. Es porque se supone que las tengo fácil y como no caigan voy a quedar de pringao, mi reputación baja, las demás tías ya no me ven con (tanta tanta) lujuria y al carajo la imagen. Sí, ya sé tu siguiente pregunta: "¿Imagen tú?". Pues sí, al final resulta que con una buena imagen la vida es más fácil. Y ahora lo último que necesito es complicarme más la vida.
-¿Tú no eras el que decía que la imagen era un engaño y que para ser felices nos teníamos que despojar de la máscara de la superficie o algo así?
-Bueno, no era así exactamente. Sí, a mí me daba mucho coraje tu rollo de no saber mucho de tí y que pareces un personaje creado más que una persona auténtica. Pero te va bastante bien: tienes un trabajo interesante, tías a jierro y puedes hacer lo que te plazca donde te plazca, porque de eso va tu personaje. Tú eres un alma libre fingida y yo tengo que intentar serlo de verdad, por el camino difícil. Pues déjame que disfrute del teatro un poco.
-Sabes que no me gusta desmentir a la gente lo que piensa de mí, pero contigo voy a hacer una excepción. Quédate con esto: yo soy como quiero ser.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Causa de ojeras (I)

Que desastre, con todo el trabajo que tengo que hacer y aquí estoy, haciendo el tonto. Entreteniéndome con cualquier tontería que pasa por mis ojos, con el internet, con la roña de mis uñas...Hasta que el toro no me sopla en la nuca no corro.
Tiene que haber una solución. No digo ponerme ahora al lío, que en verdad sí, es lo que debería. Tengo que encontrar una forma de cambiar el chip de mi cabeza. Volverme constante así del tirón.¿Qué puedo hacer? Si después dormiré dos horas pensando lo de siempre, que la próxima vez me tengo que poner antes. Paná, cada vez estoy peor, cada vez más perro. Y lo peor es que dejo de hacer muchas cosas en este tiempo en el que estoy danzando porque se supone que es tiempo de trabajo. Aunque al final, para no aprovechar nada, mejor me podía haber ido con mis amigos a ver el partido. Mucho más productivo habría sido.
Ya está, me haré un horario. No, eso es paná, siempre pienso en hacerme uno pero nunca en la vida lo he conseguido. En verdad, ahora que lo pienso, estoy intentando cambiar mi personalidad desde dentro, sin recibir ningún estímulo o palo que me invite a ello. Se supone que así es casi imposible pero mi mente especial de artista lo debería conseguir. La mente, o al menos la mía, es plástica, moldeable, la puedo cambiar a mi voluntad. Creo que el fallo está en que con mi mala memoria y mis despistes, olvido que he cambiado.

viernes, 10 de diciembre de 2010

¿Tu perro coge carrerilla?

“Alekseyev”- Tenías que haberte pedido el día libre, hombre. Que había hecho unos apaños para sustituirte.
Juan – Gracias, tío. De verdad. Pero no podía aguantar en mi casa más tiempo. Necesito movimiento, que si no el tiempo pasa muy lento. También quería charlar…Sabes, me aterra pensar qué estará viendo ahora, qué estará sintiendo…o si simplemente se ha convertido en nada. Tú que tienes una respuesta para todo, ¿no me puedes decir algo ahora que me alivie?
-Te podría contar una hipótesis sustentada en vagos testimonios o lo que dicen algunas creencias y religiones sobre la muerte. Aunque por muy sabios que fuesen los que crearon esos cultos, dudo mucho que alguno diese con la Verdad.
-Entonces, ¿el paraíso en el que volveré a encontrarme con mi gente no existe?
-¿Acaso tú creías en él? Perdona mi crudeza pero tú a tu abuelo no lo vas a volver a ver más. Ni de carne y hueso y en forma de espíritu. Tu ahora necesitas creer que sí, que lo verás algún día, aunque tengas que esperar toda una vida. Eso, si realmente lo crees, mitiga el dolor. La fe alivia. Pero tengo entendido que tienes una mentalidad científica. A no ser que tu enajenación te cambie.
- Pues sí, me tiene cambiado. Creo que he encontrado una excusa para creer. Tengo algo encima que supera mis ganas de pensar. Sí, sí. Inaudito. Mira lo que tiene que ocurrir para controlar mi cabeza. Y eso que suele ser al revés, que con el dolor le des vueltas a la cabeza. Pero yo estoy más sereno y más religioso. Dolorido pero amueblado. ¿Por qué? ¿Se puede ser un friki también a la hora de encajar el dolor?
-Pero miarma, creer en Dios o en el alma es lo más típico en momentos como este. Y pensar que uno siente de una forma distinta a los demás, también. ¿Quieres un dato matemático? El dolor necesita duelo. Punto. Así que es natural que pases unos días o semanas recordando y sintiéndote mal. Y no vas a ser especial por eso: la ciencia nos ha hecho así.
-…Vaya, pensaba que por fin me estabas dando tu sincera opinión, pero solo me has dicho lo que suelo pensar. En vez de llevarme la contraria me has recordado mi opinión. Que grande.
- Es que si no lo hago yo, ¿Quién va a desenajenarte? ¿Tus ligues de mierda?

lunes, 8 de noviembre de 2010

La batalla contra el mármol virgen

Puaj, valiente puta mierda de máscara que me está saliendo.
No sé si será que me falla la inspiración, que a veces las musas no están y las ideas no vienen. No, no puede ser. No creo en esas chorradas, ni en el mundo de las ideas ni en la sequía creativa. Tiene que ser otra cosa. La inspiración no es algo que está y deja de estar ahí por los buenas. Bueno, sí, pero tendrá su explicación, su matemática. A lo mejor la inspiración es un entramado complejo de circunstancias (una casualidad, vamos) que se dan más frecuentemente en los observadores y en los que tienen una percepción más preparada para verlo. En los artistas como yo, vamos. Mmm no, no es la inspiración lo que falla.
Quizá sea que ahora no tengo la autoestima por las nubes precisamente. A lo mejor esta máscara de mierda, con más dedicación y con el tiempo necesario puede ser una obra de arte. Pero supongo que el arte también tiene esa variable: el cómo te ves. Para hacer una obra nueva, compleja y vital tiene uno que estar de acuerdo consigo mismo. Mmm difícil, pero en ciertos aspectos lo consigo, así que no creo que estar más optimista sea la diferencia entre crear y no crear.
¿Será que no tengo nada que crear? ¿Qué estoy en un estado de mediocre comodidad emn el que no necesito decir nada, gritar nada? En verdad tampoco estoy tan bien: los problemas siguen ahí, sin solución y sin luz al final del túnel. Quizá me haya acostumbrado a ellos. ¡Puajjj, que triste! La realidad me ha acabado superando. Y no con la tristeza de ver tu vida destruida, si no con la indiferencia con la que uno se adapta a vivir en un zulo. Sí, eso es. La puta desgana que tantos disgustos me ha dado y me dará.
¿Qué artista soy ahora, si la vida no me da miedo?

miércoles, 20 de octubre de 2010

Una leve intoxicación

Ostia mierda, vaya corte me he dado. Eso me pasa por llegar aquí borracho. Bueno tampoco estoy tan mal jejeje. Ojú ojú. Claro, que también es cierta verdad, que si estuviera sobrio o ebrio, ya no sé lo que es, me habría dolido más. Aunque a lo mejor así de normal no me hubiera dado. Joooe que dilemas tan metafóricos me hago cuando estoy morao’.
En verdad es grave que a estas horas de la tarde esté ya que no pueda con mi alma. Y nooo, hija, no. No le voy a echar las culpas a una mujer o a las penas como excusa para beber. Yo bebo porque es divertido. Y punto. Joe. ¿Qué hay de malo? Unos leen libros. Otros follan con cualquier cosa que se mueva. Yo me cojo pelotazos con mis amigos. Bueno queizásh no deeeemasiao amigos peeero, lo suficiente como para irme con ellos de juerga. Ja ja ja. Me recuerda a cuando yo era más joven y no me comía una breva en las discotecas. Claro que ahora la cosa tampoco ha cambiado demashiao. Parece que la persona no cambia tanto a lo largo del tiempo, sólo las circustanshias en las que uno se mueve. Joooe que reflexiones tan filoúsoficaas estoy teniendo aquí solo, con mi morao’ y mi raja en la mano.
En verdad, ahora que me pongo serio del todo, pueda que mienta un poquito cuando me digo que bebo sólo por diversión. Creo, que si todo estuviera como yo quiero que esté, alguna de estas mujeres me echara cuenta y mi madre no tuviera lo que tiene, no se me pasaría por la cabeza cogerme estos ciegos tan tontos. Y si fuera libre de mis circunstancias y actuara con esa valentía que tan pocas personas tienen, tampoco pensaría en el alcohol. Este demonio (bueno, demonio entre comillas) es como las pequeñas cosas de la vida: las disfrutas cuando todo va más o menos bien. El alcohol (a lo mejor estoy yo equivocado, noo loo sé) me parece que lo puedes disfrutar cuando la cosa va más o menos mal, solamente.
A lo mejor, cuando tu vida es una puta mierda sí se convierte en un problema, en una forma de matar el tiempo sin tener que estar Aquí, en el mundo de Blanche Dubois, en un mundo de triste diversión temporal, de placebo psicológico.
¿Y cómo se me ocurre a mí todo esto?
Oú , oú. Me voy a echar un sueñecito, que en este estado no estoy para mucho más.

jueves, 14 de octubre de 2010

Reyes contra políticos

“Alekséyev”- ¿Republicano? Entonces a mí me toca monárquico. A ver: ¿República pa’que? Si un presidente de la República haría las mismas funciones que hace el Rey. Ni una más. ¿Qué quieres decidir, quien se va a Mallorca este verano?
Juan- Bueno, funciones son. Y yo tengo derecho a elegir quien las hace, no que sean siempre los mismos privilegiados.
-¿Pero eso no lo haría mejor alguien que ha sido educado para ello que un político? Según se rumorea, son todos unos sinvergüenzas. Sí es verdad, que permanecer mucho tiempo en un cargo te hace más propenso a meter la mano. Claro que el Rey ahora está siempre vigilado y no podría escapar de un escándalo.
-¿Vigilado? A saber los derroches que se pegan estos sin que nadie se entere.
-Con derroches o no, siempre será más barato mantener a un rey de estos que mandan poco, ahí en la Zarzuela, que organizar unas elecciones periódicas cada tanto tiempo. Con lo molestas que son encima.
-Pero es mayor el precio de poder elegir a quien quieres que te represente. Es que no se puede concebir que en una Democracia haya todavía arcaicos cargos vitalicios.
-¿Entonces es peor algo más eficiente pero algo injusto, que algo que tiene bastantes posibilidades de salir mal pero que es “moralmente correcto”? Además, esto es España. Si creas un país de la nada, es de cajón que pongas una republica. Pero aquí, con todo lo que hemos pasado, ser republicano tiene ante todo una gran connotación de izquierdas bastante subida y aparte, aquí no se pondría una republica cualquiera, sino la Tercera, con la tentación que eso supone de cometer antiquísimos errores. Y adrede.
-Vale, sí, tienes razón. Peeero, se supone que uno de los logros de la Democracia es que cualquiera de nosotros con una buena preparación (supuestamente) puede llegar a ser Presidente del Gobierno. ¿Por qué yo no tengo derecho a ser rey, si he estudiado mucho para ello y estoy muy bien preparado?
-También tienes razón. Peeero (no, no me vas a ganar), eso es poco probable. Y la verdad, arriesgar lo que tanto trabajo ha costado conseguir por esa escasa posibilidad, sabiendo que podemos cagarla mucho en el proceso y que a lo mejor ponemos a un patán para que nos represente, como ahora sucede en el gobierno…Nada. Que no estamos tan mal. Y si en el futuro el rey de turno la caga mucho, pues sacamos la guillotina democrática y que el pueblo diga. La cuestión es: ¿tú te fías del pueblo?

domingo, 19 de septiembre de 2010

La verdad sobre las malas rachas

“Alekséyev”- Maestro, ¿está usted bien? Está gritando más de lo normal.
Maestro – Es que esto ya es el colmo, joé, con la semanita que llevo: mi madre se cae por las escaleras, ¿te acuerdas de las dos mujeres de las que te hablé? Pues las dos me han mandado al carajo. Una más que otra…Ayer me atracaron en Plaza de Armas y me quitaron el único billete de 200 euros que he sobado en toda mi vida. Esta mañana, por una tontería, me he peleado con mi hermana y no veas cómo hemos acabado… ¡y para colmo se me acaba de romper el destornillador bueno! Puta vida.
-Bueno, mire. Como tengo ahora un rato libre voy a pasarme por el Rogelio y compro uno. Y por lo demás no se preocupe tanto hombre, que su madre sólo se ha partido un brazo y una pierna, pudiéndose haber quedado en el sitio. Por las zorras esas no se preocupe que el mundo está lleno de ellas. Y si le da palo conocerlas yo le presento a unas amigas mías que ya no me hacen ná. Tampoco sufra mucho por el billetazo, que echando un poco más te tiempo aquí se consiguen más. Y por su hermana…déjela, que es imbécil.
-La verdad es que me inquieta un poco que sepas eso último, pero bueno, quitando que una de ellas no es una zorra, en lo demás tienes toda la razón. Gracias, Maestro. Este viernes pago yo una ronda extra.

Qué tonto soy. Me ahogo en un papel de fumar, como decía el sabio aquel. Tenía mala pinta todo, de eso no hay duda. Todo tan resumido en tan poco tiempo que desde mi pellejo no lo puedo ver con claridad. Menos mal que tengo siempre a alguien que mira desde fuera lo que yo no soy capaz de ver desde dentro. Qué fácil es así la vida, coño. Me acuerdo cuando no tenía a nadie y todo estaba lleno de mierda. Parecía que olía y todo, pero no era más que una ilusión, una estrechez de mente.
Si es que, la solución para todo es tener gente cerca.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Todo es Pasado

Juan- Vi que en la entrada del hospital había una floristería pequeñita con varas de nardos. A mi madre le encantan. Pensé que con una podía animarse un poco pero después caí que podría acabar asociando los nardos con un mal recuerdo, así que no le dije nada. Prefiero que cuando haya un jarrón con flores, le evoque belleza simplemente y pueda deleitarse con su aroma sin acordarse de nada. ¿A ti no te pasa? ¿No tienes por ejemplo alguna canción que esté guapísima, pero que te duela escuchar porque te recuerda a algo desagradable?
“Alekséyev”- También me pasa con los buenos recuerdos, que se me quedan grabados en un aroma o en una canción.
-Claro, por eso yo a veces intento forzar la situación para que coincida con una canción o un objeto, para que se quede grabado y hacer el recuerdo más inmortal. Es una forma de arrancarme.
-“Hacer el recuerdo más inmortal”… Hombre, los que mejor se quedan grabados son los que te marcan solos, quieras o no. Eso de provocarlos, la verdad es que no lo veo. ¿Demasiado artificial, no? No deberías pensar tanto en eso, en el peligro de que los recuerdos invadan tu vida cotidiana. Si resulta que un amigo se mata con el coche en una lugar por el que pasas todos los días, mala suerte. Mala suerte. No vas a dejar de tener amigos o a evitar hacer cosas o escuchar música en momentos malos para no asociar. A lo mejor te ayudan a salir del bache y adquieren un nuevo significado, uno positivo.
-Mmm…Es que hoy estaba escuchando una canción que me gusta mucho cuando me enteré de eso y me di cuenta de la gravedad de la situación. Llevo todo el día tarareándola y acordándome de todo. Y es un asco. Por eso decidí no darle la idea a mi madre de comprar nardos, no le fuese a pasar lo mismo, ya de por vida.
-No quiero ser cabrón ahora, pero pareces más preocupado porque se te ha estropeado la canción que por el hecho en sí.
-No, hombre, no, pero también es importante. Los acontecimientos, buenos y malos, suceden y antes o después, dejan de suceder. Si no tuviéramos memoria no tendrían ningún efecto en nosotros, sólo durante el tiempo en el que ocurren. Pero nosotros recordamos esos hechos, los hacemos inmortales y les damos más naturaleza de la que en realidad tienen. En verdad los recuerdos no existen, sólo en nuestra mente…
-Coño, ¿te parece poco? Todo ocurre ahí. Mira. ¿Te ha dolido? Pues que sepas que es cosa de la mente.
-Me cago en tu puta madre, gilipollas. Me voy a agachar a ver si se me pasa. Imbécil. Esto demuestra precisamente que eso que dices de que todo sea mental es tan inútil como saber que todo está hecho de átomos y matemáticas. ¿Acaso las putadas duelen menos si haces yoga?
-Quizá la respuesta final sea que hay que conocerse lo suficiente como para darle a los recuerdos su justo valor: que no te paralicen los malos y no te amodorren los buenos.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Pesado

¿Que me iba? No, no, es broma. Las palabras se las lleva el viento, lo que pasa es que dejarlas por escrito no es natural. ¿A quién hablo? ¿Si estoy solo en mi taller?
En fin, voy a seguir con lo mismo de siempre. Otra vez a tallar mis piezas, que es lo que sé hacer. Otros saben ligar con zorras, otros despejar la equis de una ecuación de noveno grado. Yo lo que sé hacer es esta mierda. Que por mucho que intente dejarlo (ni que fuera un mal vicio) no puedo. Con cada máscara, le digo al mundo que hay algo dentro de mí, aunque sólo la vean dos o tres personas que la examinarán un poco, que quizás pregunten sobre ella y que quizá la compren como recuerdo. Pero... después, ¿qué?
Últimamente no se qué hago aquí. Creo que estoy amargando a mis chicos su jornada laboral por rondar demasiado en el taller. Mi taller. Del que no me siento del todo dueño. Si estuviera solo sería más fácil pero al final, la gente me tira mucho y quiero (necesito) que estén bien, al menos por mi parte. Lo malo es que no se me da bien adivinar cuando están agusto y cuando les empiezo a molestar.
Por más que intento dejar esto, vuelvo. Por más que intento olvidarme de ella al final aparece en mi mente, en mi inspiración. ¡Qué duro es eso, que aparezca en mi inspiración! Intento hablar con ella pero su respuesta, su desgana, no me anima. Quizá esté insistiendo demasiado en hacer reír a un cadáver (si es que no lo soy yo). Por eso no insistiré más, para no parecer un pesado aunque el cuerpo me lo pida. No sé cuánto tiempo aguantaré.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Posible despedida Nº2 (la buena)

Ya está. Acabada la última máscara de aquí a una temporada, creo. Me piro, no soporto más este mundo tan artístico, tan artificial. El arte es demasiado mental y yo necesito respirar y dejarme llevar un poco por los sentidos: dejar que el mundo actúe en mí y no intentar solucionarlo y descubrir La Verdad desde mi cabeza, que dicen ahora los científicos que el cerebro no está preparado para eso.
Voy a dejarme ya de tonterías. Voy a salir a la calle, a reírme de la gente, a tirarme a todo lo que se mueva…Quizá me ponga en contacto con esta mujer a ver si consigo meterle el gusanillo de la lujuria entre las pieles…¡Vaya! Y yo que quería pensar menos y sentir más, y lo primero que hago es acordarme de ella, con lo crudo que lo tengo.
Pues tengo ganas de luchar, cojones, aunque sólo sea por mantenerme en movimiento. ¡Sí, joder, el movimiento! Tanto tiempo pensando y pensando y lo que hay que hacer es parar lo menos posible. Sí, sí, ahora que lo pienso…
Así que ahí voy, con mi pequeña posibilidad a romper las telarañas de tu corazón, verás cómo se escampa.

Posible despedida Nº 1 (la mala)

-¡Me cago un tus muertos! Te vas a desatornillar como que me llamo… ¡Ay! Mecagüen…Puta persiana, con lo bien que se me han dado a mi siempre arreglarlas, pero tú, zorra, eres especial. ¿Quién te pondrías estos en enganches de mierda? Con lo apañados que son los de la pestañita de metal. Y pa’ colmo no veo: la lámpara quemada, otra ventana igual y ya casi de noche. Si es que el mundo quiere que me marche ya. Aquí no hago nada, mis máscaras no se venden y sólo me traen fantasmas que ya deberían de haberse ido. ¿Y yo qué coño hago hablando solo? Me estoy volviendo tarumba.
Voy a tirarme aquí en el suelo, que tumbado se piensa mejor, o peor. Sí, voy a dejar de venir aquí. No pinto nada: con que el establecimiento siga funcionando y estos dos sigan viniendo, esto producirá lo suficiente para sobrevivir sin que yo tenga que implicarme con mi “arte”. Quizá sólo sea las desgana, o que estoy a empezando a intuir una nueva derrota, una distinta a las demás. Volví aquí para inspirarme, para ver si lograba dar con la tecla que me mostrara como soy a los demás, para conquistar cierto corazón. Nadaaa. Para eso debería salir más a la calle y ver mundo. Que yo puedo aprender mucho de mí, autoenseñarme. Pero joé, quiero aprender de otros y de otra. Me aburro.
Así que voy a dejar que esa gran ventana se quede así, cerrada, hasta que otro con más maña la venga a arreglar. Me rindo

domingo, 5 de septiembre de 2010

En busca de la personalidad

Juan- Perro, ¿qué es mejor, tener una mente abierta y cambiar de opinión o la visión del mundo según lo vayas conociendo o tener clara tu personalidad y actuar en coherencia con ella?
“Alekséyev”- Buena pregunta. ¿Qué crees tú?
-Yo es que soy más de la primera forma, tengo una personalidad bastante flexible y cambiante que yo antes tenía por maravillosa y original. Lo malo es que a veces no rindo. Como persona digo.
- No sabía que había que “rendir” como persona. A ver explícate.
-Pues que la gente digamos “normal” con personalidades normales consigue logros fáciles que yo no consigo. Y no sé si es porque mis ganas curiosear y de examinar el mundo me distraen a todas horas mientras la mayoría pasa y se concentra en lo que tiene que concentrarse o es que yo necesito una personalidad más fuerte…
-No logro pillarte el punto. ¿Qué quieres, tener otra personalidad distinta? ¿No te quieres lo suficiente con la que tienes?
-Es que a veces pienso que las personalidades son personajes como las de una película y nosotros somos como actores que inconscientemente los vamos creando poco a poco y los interpretamos siempre. Los interpretamos y nos los acabamos creyendo de forma natural pero en realidad son artificiales, resultado de vivir en sociedad.
-Amm. Y tú por cosas extrañas de la vida eres el único que no se ha preparado ningún personaje y por eso das tantas vuelta entre una idea y otra. ¿No?
-Pues la verdad es que…sí, más o menos.
-Bueno, si eso fuese así, a las personas se las podría despojar de esa máscara artificial que dices y que quede algo debajo.
-Sí, quedaría inocencia, curiosidad, ganas de explorar y de jugar…
-Vamos, la tierna infancia.
-Es que mira: la gente dice que la etapa más feliz de sus vidas es la infancia. Se supone que es así porque de chico eres ajeno a los problemas mayores peeero, ¿y si éramos felices porque teníamos una personalidad que nos permitía disfrutar de la vida?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Barreras e ilusión

Valiente churro que me está saliendo. A ver…ea esta máscara no tiene cara, sólo es un marco. Parece un ojo de buey abierto, roto más bien. Sí, le pondré más trocitos de cristal alrededor. Mmm…le falta algo, algo importante. Esto no se puede quedar así. Cubriré la cara por dentro con papel de seda, que se trasparente y se pueda ver aunque sea un poco. ¿Blanco o rosa? Rosa mejor. Esto no queda nada consistente, le pondré dos capas o tres incluso. A ver que la mire…
No está mal, no está mal. No es más que una barrera que se rompe, una frontera de esas que tanto trabajo cuesta para algunos traspasar. ¿Por qué? Miedo, intereses encontrados, confusión…o simplemente torpeza o cobardía. O un poquito de todo. Supongo que al final todo es práctica y saber aprovechar la buena suerte o al menos, saber esquivar la mala. No. Yo creo que lo peor es la ilusión. La ilusión que tienes cuando no tienes nada aún. Se puede vivir de la ella, se puede…pero es un engaño, es una zorra que te anima a no luchar, a seguir manteniéndola porque da un poquito de calor por las noches. Un mundo de hadas del que hay que bajar alguna vez, destruir de un porrazo su hermosa pared y decir, al fin: “Miarma, ¿no ves que estoy loquito por tus huesos?”

sábado, 28 de agosto de 2010

Evasión

Juan -Perro, ¿a ti te gustaba mucho Woddy Allen verdad?
“Alekséyev” -¡Grande Woddy!
-Es que el otro día leí una entrevista suya en la que decía algunas cosas curiosas, como que para ser feliz hay que escapar de la realidad. ¿Tú qué opinas?
-No me extraña que haya dicho eso. Por eso hace tantas películas, para distraerse.
-Pero es que dice que los ratos que pasa con la familia también son de evasión. Me parece un poco exagerado.
-Todo lo que no sea estar en la jungla o a solas con con tu mente es evasión.
-¿Cómo? ¿Pero no consiste en eso? Montarte en la cabeza tu propia película de fantasía y acabar creyéndotela.
-A ver, cómo hacer para que lo entiendas… Eso que acabas de decir es volverse loco, el verdadero riesgo. La evasión es creértelo poco, lo suficiente como para abandonar la conciencia, aunque sólo sea por poco tiempo.
-En verdad todo eso tiene cierta lógica pero…no sé, no es lo correcto, ¿no? Me refiero a que lo que hay que hacer es hacerle frente a la vida.
-Pero eso es muy difícil. Tienes que creer en Dios, en la energía positiva o en un par de tetas. Ser un hombre de fe. Si despojas a tu visión del mundo la espiritualidad, te acaba quedando una realidad muy fea, cruel, llena de mierda y de preguntas que no puedes ignorar tan fácilmente- Cuesta encontrar una motivación con la que tirar pa’lante.
-Bueno pero se puede. Aunque cueste, yo creo que se puede. Al fin y al cabo todos tenemos una identidad que no podemos enmascarar eternamente. Además, ¿qué pasa con las sensaciones? Y no me vallas a decir que son también momentos de evasión, aunque lo puedan parecer…Carpe diem tío, vivir, disfrutar y pecar de gula y de lujuria.
-Sí, sí, si el carpe diem es maravilloso, pero cuando estás dando vueltas en la cama si poder dormir porque la cabeza te taladra, ahí el carpe no sirve de mucho.
-No, si yo no tengo ese problema. He heredado de mi padre la capacidad de dormirme profundamente a los cinco minutos.
-Ah, pues vaya suerte que tienes.

jueves, 26 de agosto de 2010

Retorno desde un cerebro mejor

Me quería olvidar de este taller que tantas ideas me daba para progresar aquellos días. Pensaba que no lo necesitaba, que ya tenía la vida medio resuelta y que, aunque la duda quedaba flotando en el ambiente, sería capaz de no echarle demasiada cuenta. Pero estaba aburrido y he decidido pasar por aquí. Tampoco hay que estar perturbado para escribir un blog, ¡ay que diga… trabajar en el taller! Eso. Mis chavales han estado manteniendo esto, los dos. Total, las máscaras no se vendían nunca, no eran más que un mero entretenimiento artístico, una excusa para estar aquí.
Viendo esto, me parece que voy a tardar en volver a producir. Mis pinturas están secas, y los pinceles se han fosilizado con lo último a lo que dieron vida. No estoy nada seguro de seguir. De hecho…bah, ¿a quién quiero engañar? Hay otro motivo para estar aquí, el verdadero. Algo por lo que dudo cada vez más. ¡Arggg! No quiero pensar. No quiero pensar. A ver, algo para distraerme, sí, las cuchillas, voy a limpiarlas. Espero que no estén oxidadas. ¡Bieeen!¡Bien, bien, bien, bien! Ay…

martes, 24 de agosto de 2010

Juan y “Alekséyev”

“Alekséyev” -…Sí, sí, tu di lo que quieras, pero cuando se aborta, tanto él como ella acaban sufriendo consecuencias psicológicas de por vida. Y punto.
Juan – Pero si hace dos semanas decías lo contrario…
-Lo que pasa es que te da coraje que sea capaz de llevarte siempre la contraria y siempre te gane.
-Pero yo lo que quiero no es llevar la razón. Ni que eso se pudiera hacer… Yo lo que quiero es ir descubriendo La Verdad poco a poco. Claro que hablando contigo es difícil…
-Primero, reconoce lo mucho que te gusta charlar con alguien que te ponga a prueba continuamente. Ojala tuviera yo algún rival a mi altura… Y segundo, ¿dices que no se puede llevar razón a ciencia cierta? Esa idea ve quitándotela de la cabeza ya, no vaya a ser que te acabe haciendo daño. A veces se tiene razón, otras no. No te dejes llevar por la impotencia de saber que no existe la verdad absoluta. En ciertos casos claro.
-Pero a mí me gusta dudar de todo. No soy un crédulo y no voy a creer que algo es cierto porque aparezca en un libro o lo diga uno que se cree un sabio. ¿O acaso no es bueno intentar buscar la verdad por ti mismo?
-Depende. Aparentemente sí, claro que es bueno ser listo y no creerte lo primero que digan. Pero entonces, ¿para qué sirve la cultura, la filosofía, la ciencia moderna y todos los saberes que la humanidad ha ido acumulando a lo largo de la historia? Nútrete del progreso que para eso está, para que cada uno no tenga que buscar la base de su propia forma de vida. Si partes desde cero vas a gastar media vida buscando “tu lugar en el mundo”.
-A ver, ¿dices que es mejor creer lo que ya está establecido para no perder el tiempo comiéndote la cabeza en busca de la verdad?
-No lo sé, yo solo te llevo la contraria. Tampoco te digo que no dudes de lo que se supone que es verdad. Sólo digo que seas listo y no te rayes más de lo necesario. Porque ya te digo yo que, aunque suene romántico para tus ideales, cuestionar tanto las cosas puede ser bastante infructuoso. No sé si conoces esa palabra.
-Pues yo no quiero ser un simplón. Aunque en verdad a veces me gustaría. Parece más fácil ser feliz.
-Pues aprende a no preguntar demasiado y serás tan feliz como un gilipollas sin tener que serlo.
-Es que no lo puedo evitar, soy muy curioso por naturaleza. Me gusta investigar y preguntar. Igual que Sócrates…
-Igualito. Te crees que parecerte a alguien te va a otorgar sus cualidades. No intentes seguir los pasos de nadie, que esos a los que tenéis por modelos no son famosos por comportarse como los demás. Recuerda las palabras de aquel maestro: “Caminante no hay camino…”
- Mmm… ¿te estás contradiciendo?
-No sé, tú has empezado y yo te he seguido. Mira, has tenido suerte, ahí llega un cliente que te va a salvar de este vapuleo dialectico. Pero antes te voy a decir una cosa, la conclusión, Y en plan verdad absoluta, encima: “La realidad es demasiado grande y compleja para controlarla”. Ea, ahora no salgas de fiesta esta noche y quédate en tu casa pensando en esto. A ver si por casualidad me equivoco y resulta que eres feliz.

La máscara de la alegría

Qué difícil es tallar esta. Como cualquier obra de arte, receta o canción, hay que contagiar. Visualizaré un buen recuerdo: aquellos viernes de cine comercial. Bien, va saliendo la sonrisa. Hasta último momento dudaba del material. Siempre se han hecho de corcho de alcornoque y todavía no se por qué, si hay materiales mucho mejores a mi entender. El caso es que soy un romántico y lo he acabado usando. Le he frotado el rostro con “Pellejo de Baco” (la famosa marca del papel de lija) pero lo he dejado rugoso por dentro para no gastar más el corcho, ya que es un material muy endeble y necesita mucho grosor. Los ojos son complicados, y eso que yo sólo tengo que hacer el hueco. Es aquí, en la mirada, donde más dibujos y esculturas se echan a perder, donde hay que derrochar genio. Que dos orificios sean exactamente iguales y que acaben transmitiendo requiere mucho tiento, paciencia y un poco de tristeza después como efecto secundario (quizá es algo que solo me pasa a mí. Cosas de creadores). Colores alegres y una lagrimilla de quita y pon (que es lo primero que se pierde). Por culpa del corcho sigue quedando muy poco consistente, así que le voy a poner por dentro unos refuerzos de metal. Molestan, porque están bastante fríos pero al rato ya no se notan.
Cuando está terminada, me gusta recrearme con la máscara como si fuera la calavera de Yorick. Me siento como lo debería hacer un fabricante de revólveres con conciencia: esto solo puede usarse para un mal fin. La diferencia es que aquí el daño se lo hace uno mismo, pero doler duele tanto como un balazo. ¿Cuántas veces hemos llevado una máscara como esta entre lágrimas secas? Ojalá el comprador sepa finalmente romperla en mil pedazos, aunque años más tarde los intente recomponer como pueda. Con lo fácil que parece confesarse y quedarse tan a gusto por el simple hecho de no tener que disimular. Claro que, ¿quién tiene ganas de oír a un triste? ¿Es mejor tener un intento de sonrisa que una cara larga pero sincera? Yo siempre ha tenido la racional idea de de mantener una mueca parecida hasta que un alguien se dé cuenta de tu sana falsedad. Pero si ese alguien simplemente no es una persona avispada, o finges muy bien o no existe tu alguien (causa importante), el dolor se prolonga mucho, muchísimo…Creo que si ese es el caso se podría probar a tirar pa´lante aceptando que llevas puesta esa máscara y que no sabes cuándo podrás quitártela. Al fin y al cabo es otra de tantas que utilizamos en nuestra vida. Y quien sabe, quizá algún día caiga sola por su propio peso. Claro que, el corcho de alcornoque es tan ligero...

¿Máscaras?

Este es mi negocio. Parece poco rentable y desagradecido pero me di cuenta hace tiempo que para ser alguien antes hay parecer. Es así de cruel, pero es así; o al menos hasta que me caiga del burro. A una mujer sabia le oí decir que todos tenemos varias máscaras que vamos poniéndonos según la situación. No sé si es una verdad, pero el caso es que no conozco a nadie 0% teatral. Ni aquellos que van de brutalmente sinceros son capaces de no actuar. Pero no es algo necesariamente malo. De hecho pobre de aquel que no tenga claro su personaje, que no se maquille la máscara en el espejo. ¿Actuar igual según tus propios criterios en vez de seguir católicamente las convenciones sociales? Eso no llega a nada bueno, te lo digo yo. Es el motivo por el que hago esto.
Os presentaré mi lugar de trabajo. Yo lo llamo el taller pero es mucho más que eso (aparte de mi casa). Como de la venta de máscaras se puede uno morir de hambre y de sed, he aprendido de esa carnicería que vende aceitunas y verdura congelada. He puesto, entre otras cosas una sección de disfraces, ya que hay quien le gusta enmascarar también el cuerpo. Lo mismo hay disfraces de demonio que trajes de chaqueta y corbata. No me gustan demasiado pero es lo que más se vende. Parece que todo nuestro ser y la historia de nuestra vida se reduce a la imagen de cuerpo que aspira a ser bello o normal. Es una pena, aunque tampoco hay que renunciar del todo a nuestro lado animal, digo yo…También me enorgullezco de contar en mi establecimiento con una pequeña escuela de interpretación, aunque la gente no entienda bien porqué la puse. Está a cargo de un genio sevillano que dice llamarse Alexeye o algo así. Sabe mucho, el gachón, sobre todo porque parece que no tiene una opinión fija que va cambiando según la postura del contrario. Suele tener unas charlas bastante curiosas con el dependiente, mi querido Juan, un personajillo curioso abrumado por su mente y el mundo: una ricura. Ya los iréis conociendo si pasáis más por aquí. No descarto ampliar la tienda y meter a alguien más. Un toque femenino podría venir bien.
Para ser sincero tengo algún dinero ahorrado y puedo permitirme fracasar con este negocio. Lo hago fundamentalmente ir aprendiendo a crear mis máscaras y aprender de la experiencia. También, por qué no decirlo, para disfrutar de buena compañía y por otra razón más.
Gracias por su visita, vuelva pronto.