miércoles, 20 de octubre de 2010

Una leve intoxicación

Ostia mierda, vaya corte me he dado. Eso me pasa por llegar aquí borracho. Bueno tampoco estoy tan mal jejeje. Ojú ojú. Claro, que también es cierta verdad, que si estuviera sobrio o ebrio, ya no sé lo que es, me habría dolido más. Aunque a lo mejor así de normal no me hubiera dado. Joooe que dilemas tan metafóricos me hago cuando estoy morao’.
En verdad es grave que a estas horas de la tarde esté ya que no pueda con mi alma. Y nooo, hija, no. No le voy a echar las culpas a una mujer o a las penas como excusa para beber. Yo bebo porque es divertido. Y punto. Joe. ¿Qué hay de malo? Unos leen libros. Otros follan con cualquier cosa que se mueva. Yo me cojo pelotazos con mis amigos. Bueno queizásh no deeeemasiao amigos peeero, lo suficiente como para irme con ellos de juerga. Ja ja ja. Me recuerda a cuando yo era más joven y no me comía una breva en las discotecas. Claro que ahora la cosa tampoco ha cambiado demashiao. Parece que la persona no cambia tanto a lo largo del tiempo, sólo las circustanshias en las que uno se mueve. Joooe que reflexiones tan filoúsoficaas estoy teniendo aquí solo, con mi morao’ y mi raja en la mano.
En verdad, ahora que me pongo serio del todo, pueda que mienta un poquito cuando me digo que bebo sólo por diversión. Creo, que si todo estuviera como yo quiero que esté, alguna de estas mujeres me echara cuenta y mi madre no tuviera lo que tiene, no se me pasaría por la cabeza cogerme estos ciegos tan tontos. Y si fuera libre de mis circunstancias y actuara con esa valentía que tan pocas personas tienen, tampoco pensaría en el alcohol. Este demonio (bueno, demonio entre comillas) es como las pequeñas cosas de la vida: las disfrutas cuando todo va más o menos bien. El alcohol (a lo mejor estoy yo equivocado, noo loo sé) me parece que lo puedes disfrutar cuando la cosa va más o menos mal, solamente.
A lo mejor, cuando tu vida es una puta mierda sí se convierte en un problema, en una forma de matar el tiempo sin tener que estar Aquí, en el mundo de Blanche Dubois, en un mundo de triste diversión temporal, de placebo psicológico.
¿Y cómo se me ocurre a mí todo esto?
Oú , oú. Me voy a echar un sueñecito, que en este estado no estoy para mucho más.

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