lunes, 29 de agosto de 2011

La Publicidad


“Alekséyev”- Para mí la publicidad es el verdadero arte moderno. Al servicio del mercado, claro, pero esa es la característica de todo en esta época. Un anuncio puede llegar a emocionar, a que hacer que lo recuerdes siempre e incluso convertirse en cultura popular. Vete al Guggenheim a ver si algo de allí te provoca alguna sensación de esas.

Juan- Pero la publicidad es un coñazo inmenso, es muy incómoda y mancha aquello que toca. ¿Tú no ves ridículo al típico presentador haciendo un anuncio en mitad de un programa? ¿O esos equipos de baloncesto con nombres de empresas, como el Leche Río? Sí, hay alguno bonito, pero sinceramente, ¿no te molesta el cuarto de hora de anuncios en mitad de una película, que se carga todo el ritmo?

-Pero sin la publicidad esa película a lo mejor no existiría, o esa cadena de televisión se habría ido al carajo hace ya tiempo.

-Ya, la publicidad es el estandarte del capitalismo, de los poderosos, de todo este sistema de mierda. Es una herramienta para que se mantenga este frenesí de consumismo. Ningún anuncio nos hace el bien: todos intentan sacarnos los cuartos a base de medias verdades y manipulaciones. Si trabajas en publicidad eres parte de ese sistema que tanto apesta.

-Sí, tiene su lado oscuro, tienes razón. Pero no puedes olvidar el lado bueno, la faceta artística que te digo. Da la oportunidad de expresarte, de ser más listo que nadie, de destacar, de llegar al corazón de la gente, de abrirte oportunidades que nunca habías pensado, forrarte a base de pelotazos, tener un trabajo poco rutinario, dedicarte a todo un poco y nada en particular... Y lo más importante: te permite reírte de todos los borregos a los que desprecias y sacarles las perras. Mejor que ser camionero es, desde luego…

sábado, 27 de agosto de 2011

Ni un puto clavo


Mientras corría, una manada de velociraptores lo perseguía con ganas de merendar. No eran como salen en las películas: más bien parecían pavos hermosotes con cara de lagarto. No imponían ni daban mucho miedo por separado, pero eran muchos y el maestro no contaba con ningún aliado. No había nadie con una metralleta o con un cuchillo a lo Cocodrilo Dundee; ni siquiera otros dinosaurios herbívoros en los que ocultarse para hacerles frente. Para colmo, la casa donde vivía se había derrumbado con lo del platillo volante y ante él, solo se extendía una pedregosa tundra que no ofrecía ningún refugio.

De pronto apareció un jeep de la nada cuando esos pollos cabezones estaban a punto de cogerlo. Arrancó y les empezó a sacar ventaja pero, mira por donde, el flamante carricoche no tenía gasofa. Total, que otra vez a correr. Parecía que esta vez no había esperanza. Sería una muerte muy tonta: devorado por una jauría de estúpidas iguanas reinonas que se achantarían con una buena patada en los hocicos. Pero claro, estando solo y sin recursos de ningún tipo, poco se podía hacer. Sin un mínimo obstáculo que entorpeciese el avance de los velociraptores, el maestro estaba perdido….


Uf, menos mal que solo era una pesadilla malaje. Menos mal que esos bichos ya no existen. Bueno, ya que estoy despierto voy a prepararme con tiempo para ir al taller, que hay muchos lagartos que esquivar y la gasolina anda por las nubes.

viernes, 26 de agosto de 2011

Una tragedia insignificante


Antes de marcharse, el maestro dejó abierta la ventana del cuarto a oscuras, con la bondadosa esperanza de que cualquier bicho volador que permaneciera dentro saliera atraído por las luces de la calle. Muy ecologista el hombre. Salió un momento de la habitación y regresó después para cerrarla definitivamente. Justo antes de bajar la ventana vio como salía apresurada una palomita que parecía que se acababa de dar cuenta de la gravedad de la situación.

-Has tenido suerte. Aunque no sé si habrá sido por inteligencia o por casualidad.

Cuando regresó a la mañana siguiente y fue a subir la ventana, observó el desdichado cadáver de un mosquito bastante grande que se habría quedado pegado al cristal toda la noche hasta que las fuerzas lo abandonaron. Es como él figuró la muerte del bicho: contemplando claramente el sitio donde quería estar pero sin comprender por qué no podía llegar a él. ¿Cómo iba a entender un simple mosquito lo que era un cristal?

-Mira que te di la oportunidad. En fin, que tu muerte sirva para algo. Toma, miarma, para que luzcas más roja y más bonita – y le echó el mosquito a una nepentes que tenía colgada junto a la ventana. Se quedó allí un rato, parado.

Se preguntaba cómo un ser tan insignificante podía provocarle tantos segundos de pensamiento.

lunes, 22 de agosto de 2011

Lento, se escapa

Juan- Al final no lo pude superar, es algo que me mata. Bueno, sí salí adelante, pero fue por las circunstancias que cambiaron a mejor, no porque las pudiera superar. Esos son los héroes para mí, los que son capaces de sobrepasar unas circunstancias claramente puteantes. Mi único mérito fue estar abierto a esos cambios, conservar la esperanza y aprovechar esa oportunidad. Pero no exploté, ni me revelé, ni pasé de todos ellos. Simplemente me limitaba a conservar la vida mientras esperaba y esperaba. ¿Qué tiene eso de heroico, de especial? Ahora miro atrás y me veo con fuerza de superar cualquier problema de adolescente. Ahora, claro, ahora… Ahora tengo otras circunstancias que no puedo controlar y otros problemas a los que no sé darle solución, aunque estoy seguro que dentro de unos años me parecerán una gilipollez y no podré creer que me estuviera rallando tanto. Si por lo menos fuera….

“Alekséyev”- Tío, ¿con quién hablas?

-No, estaba cantando.

jueves, 18 de agosto de 2011

L’Étranger


¿Qué hacer si todo parece absurdo? Toda esta realidad me parece inabarcable y me veo incapaz de colocar unos cimientos aquí, sobre los árboles. En otros tiempos sentía que necesitaba reventar ante tanta incertidumbre, pero ahora todo es indiferencia. Es lo único que puedo sentir una vez conozco la Verdad, y la Verdad es que es imposible conocer toda la verdad.

Así que habrá que empezar a ignorar cosas.

En realidad no me quiero volver así, pero es inevitable. Cada vez me cuesta más hacer las cosas con pasión y tengo menos miedo. Ahora la frialdad es lo que menos me incomoda y salvo en cosas importantes, no me importa perder.

Creo que necesito volver a con mis creaciones artísticas, algo artificial. Necesito que mi vida no se parezca a la absurda vida de un león aburrido en la sabana; o la rutina me hará irreparablemente cuerdo.

martes, 16 de agosto de 2011

El Periodismo (I)


Juan -Sé que te gusta llevarme la contraria, pero sé piadoso porque esta vez no tengo demasiados argumentos a favor. Aunque tampoco tendrás argumentos suficientes en contra, porque aunque pese, el periodismo es inherente a la sociedad en la que vivimos. Sí, he dicho inherente. Si quieres, puedes calificarlo como un mal necesario, como la política.

“Alekséyev” -Ah, ¿pero son cosas distintas? ¿De quién te puedes fiar para saber lo que pasa? ¿Qué periódico o cadena de radio o televisión no condiciona sus contenidos según el pez gordo que los mande? Las noticias, la manera de tratarlas, los líderes de opinión… todo está enfocado para santificar al demonio que pone la pasta. Aunque esas mentiras nos puedan hacer un gran mal, da lo mismo: lo importante es ser partidario.

-Pero es que la objetividad no existe y en estos tiempos no es malo admitir de qué pie cojeas si eres fiel a la verdad.

-Tú lo has dicho. Si contara alguno la verdad sería la ostia. De hecho prefiero un mal periodista que no atine con la realidad que uno que me cuente lo contrario por ser un vendido.

-Pero siempre habrá periodistas honrados. De hecho, cuando haya más vendidos, la honradez será un valor en alza y surgirán más periodistas independientes. Y esos tendrán el honor de poder cambiar el mundo, a mejor. ¿Acaso hay algo más gratificante?

-Hombre claro, genios y grandes influencias hay en todas las profesiones, pero como no seas un periodista mesías, eres un mierda que trabaja gratis, que molesta a todo el mundo allá a donde va (ya sean políticos o inocentes), y que dan interesantísimas noticias como que ha nevado en Sierra Nevada, que hace calor en Sevilla o que la dieta mediterránea es sana.

-A ver, a veces no hay noticias y hay que rellenar, pero es mejor que no hablar de nada y tener al periodista sin darle uso. Además, esos reportajes feos entretienen, que es lo importante. Sí, sé que me vas a saltar con eso de que el objetivo del periodismo ahora no es informar sino entretener, pero también es verdad que esa búsqueda del atractivo hace que la gente se interese por estar informado.

-Lo malo es que si ves un informativo típico, hay demasiadas noticias de entretenimiento y las de verdad, las pasan rápido, como si en ese tiempo estuvieran perdiendo audiencia. En los periódicos, pasa algo parecido, si no recuerda que clase de noticias eres capaz de leer hasta el final. La radio está algo mejor, pero siempre será un medio secundario. La única opción es Internet, donde es aun mucho más difícil cobrar por hacer trabajo periodístico. Sí, puede que sea una profesión bonita y emocionante si la ejerces en la dirección que deseas pero cada día se parece más a la Publicidad. Y eso, amigo mío, es imperdonable.

sábado, 6 de agosto de 2011

Buscando un final verdadero


Maestro- Échale un vistazo a mis nuevas creaciones.

“Alekséyev” se acercó al expositor de novedades y observó que, entre las máscaras y algún soldado medieval de madera, destacaba algo poco habitual en la obra de su jefe: un lirio, hermoso, grande, con un exquisito laqueado que hacía irresistible pasar el dedo por sus pétalos. En la peana, leyó la palabra “bésame” y consciente de que era un juego artístico, obedeció y posó sus labios sobre la flor. Mientras, el maestro comprobaba complacido como retiraba la cabeza súbitamente al percibir ese delicado aroma a almendras.

“Alekséyev” –Vaya, tengo que reconocerle el mérito de haber conseguido asustarme.

Maestro –Y yo te reconozco el mérito de ser lo suficientemente listo como para hacerlo. De todos los que han pasado por esa flor, eres el único que lo ha comprendido. Y mira que me parecía una idea brillante, pero después he caído que casi nadie sabe que el cianuro huele a almendras y que un simple beso puede ser suficiente para sufrir una rápida pero dolorosa muerte. De hecho creo que la mayoría ignora lo que es el cianuro.

-En parte, la cultura sirve para eso, para entender y disfrutar una película de Kubrick o de los Monty Python, un libro de Dostoievski o una obra suya. Me llama la atención esta nueva máscara, la de en medio.

-¿Qué te trasmite?

-Paz

-Dale ahora la vuelta pero ten muchísimo cuidado y no toques nada.

-Pinchos. ¿Pinchos perfumados con esencia de almendras? Esta vez no lo pillo.

-Sí lo pillas, es lo que estás pensando. Esta vez no es esencia de nada, es veneno de verdad. Sabes, creo que esa máscara es la prueba irrefutable de que estoy loco. Llevo mucho tiempo intentando tallarla y me ha costado muchas frustraciones. Y no sé si ha sido gracias a mi insistencia o ha sido a raíz de que me diagnosticaran las bolitas, pero por fin me ha salido, por fin he sido capaz de expresar en un trozo de caucho cocido ese sentimiento que no acabo de disfrutar. Por eso, si la cose se agrava y no hay esperanza de salvarme, dejaré el hospital y haré…lo que me plazca. Y cuando las fuerzas me abandonen y cuente con los dedos los días que me quedan respirando y poco más, me pondré esa máscara y me aliviaré por fin. No sé si me lo permitirán, pero quiero ser enterrado con ella puesta. Sé que desagradará a muchos, pero creo que representará absolutamente lo que seré en ese momento. ¿Ves como estoy loco?

-Meastro, creo que usted es la persona más cuerda de la faz de la tierra. Para su desgracia.