jueves, 26 de agosto de 2010

Retorno desde un cerebro mejor

Me quería olvidar de este taller que tantas ideas me daba para progresar aquellos días. Pensaba que no lo necesitaba, que ya tenía la vida medio resuelta y que, aunque la duda quedaba flotando en el ambiente, sería capaz de no echarle demasiada cuenta. Pero estaba aburrido y he decidido pasar por aquí. Tampoco hay que estar perturbado para escribir un blog, ¡ay que diga… trabajar en el taller! Eso. Mis chavales han estado manteniendo esto, los dos. Total, las máscaras no se vendían nunca, no eran más que un mero entretenimiento artístico, una excusa para estar aquí.
Viendo esto, me parece que voy a tardar en volver a producir. Mis pinturas están secas, y los pinceles se han fosilizado con lo último a lo que dieron vida. No estoy nada seguro de seguir. De hecho…bah, ¿a quién quiero engañar? Hay otro motivo para estar aquí, el verdadero. Algo por lo que dudo cada vez más. ¡Arggg! No quiero pensar. No quiero pensar. A ver, algo para distraerme, sí, las cuchillas, voy a limpiarlas. Espero que no estén oxidadas. ¡Bieeen!¡Bien, bien, bien, bien! Ay…

2 comentarios:

  1. Curioso blog... No dejes de hacer máscaras, hombre.

    ResponderEliminar
  2. ueee mi primer comentariooo! bueno bueno no esta mal. La cosa era de hacer algo original, no en plan cuentapenas o viva mi ego. Pues que no pare la cosa

    ResponderEliminar