miércoles, 15 de septiembre de 2010

Todo es Pasado

Juan- Vi que en la entrada del hospital había una floristería pequeñita con varas de nardos. A mi madre le encantan. Pensé que con una podía animarse un poco pero después caí que podría acabar asociando los nardos con un mal recuerdo, así que no le dije nada. Prefiero que cuando haya un jarrón con flores, le evoque belleza simplemente y pueda deleitarse con su aroma sin acordarse de nada. ¿A ti no te pasa? ¿No tienes por ejemplo alguna canción que esté guapísima, pero que te duela escuchar porque te recuerda a algo desagradable?
“Alekséyev”- También me pasa con los buenos recuerdos, que se me quedan grabados en un aroma o en una canción.
-Claro, por eso yo a veces intento forzar la situación para que coincida con una canción o un objeto, para que se quede grabado y hacer el recuerdo más inmortal. Es una forma de arrancarme.
-“Hacer el recuerdo más inmortal”… Hombre, los que mejor se quedan grabados son los que te marcan solos, quieras o no. Eso de provocarlos, la verdad es que no lo veo. ¿Demasiado artificial, no? No deberías pensar tanto en eso, en el peligro de que los recuerdos invadan tu vida cotidiana. Si resulta que un amigo se mata con el coche en una lugar por el que pasas todos los días, mala suerte. Mala suerte. No vas a dejar de tener amigos o a evitar hacer cosas o escuchar música en momentos malos para no asociar. A lo mejor te ayudan a salir del bache y adquieren un nuevo significado, uno positivo.
-Mmm…Es que hoy estaba escuchando una canción que me gusta mucho cuando me enteré de eso y me di cuenta de la gravedad de la situación. Llevo todo el día tarareándola y acordándome de todo. Y es un asco. Por eso decidí no darle la idea a mi madre de comprar nardos, no le fuese a pasar lo mismo, ya de por vida.
-No quiero ser cabrón ahora, pero pareces más preocupado porque se te ha estropeado la canción que por el hecho en sí.
-No, hombre, no, pero también es importante. Los acontecimientos, buenos y malos, suceden y antes o después, dejan de suceder. Si no tuviéramos memoria no tendrían ningún efecto en nosotros, sólo durante el tiempo en el que ocurren. Pero nosotros recordamos esos hechos, los hacemos inmortales y les damos más naturaleza de la que en realidad tienen. En verdad los recuerdos no existen, sólo en nuestra mente…
-Coño, ¿te parece poco? Todo ocurre ahí. Mira. ¿Te ha dolido? Pues que sepas que es cosa de la mente.
-Me cago en tu puta madre, gilipollas. Me voy a agachar a ver si se me pasa. Imbécil. Esto demuestra precisamente que eso que dices de que todo sea mental es tan inútil como saber que todo está hecho de átomos y matemáticas. ¿Acaso las putadas duelen menos si haces yoga?
-Quizá la respuesta final sea que hay que conocerse lo suficiente como para darle a los recuerdos su justo valor: que no te paralicen los malos y no te amodorren los buenos.

1 comentario:

  1. Respecto a tu última frase: http://www.am.ub.es/~carrasco/rudyard.html

    ResponderEliminar