miércoles, 28 de diciembre de 2011

Nihilismo


Juan- Me gusta la navidad porque hay excusas para todo, tanto para lo bueno como para lo malo. Pero si eres de los que buscas la mínima oportunidad para compartir un poco de cariño y de humanidad, pues… Yo me he hartado de dar besos y abrazos a los que no se los suelo dar, que con la navidad parece que eso no es tan cursi. Además a la gente le da por hacer más buenas acciones que de costumbre. Que sí, que es una pena que tenga que ser navidad para que la gente sea un poco menos imbécil, pero al menos te permite conservar un poquito de esperanza. Y supongo que ahora me llevarás la contraria porque sí.

Alekséyev- Por supuesto. A ver, si la gente es más buena en navidad es porque la mercadotecnia así lo ha querido. Es una pena que tu fe en la humanidad se sustente en una campaña propagandística de amor con regalos. ¿De qué sirven estas pequeñas treguas si sabes que no podrás confiar en ellos durante el resto de año?

 -No tiene por qué ser solo en navidad. Yo he visto gestos bonitos y altruistas durante todo el año. Que sí, que ante la primera gran putada que veas en los medios o que sufras en tus carnes, deseas echarle la culpa a todos los demás excepto a ti. Pero siempre hay algo a lo que te puedes agarrar.

 -¿Te acuerdas del yonki aquel que vivía en el callejón? Ese hombre, a lo único a lo que se podía agarrar era a su siguiente dosis. Y muchos tuvimos gestos altruistas con él que más tarde agradeció rompiendo un escaparte para entrar a robar. Aquella muerte se la buscó él solito, que aun desangrándose con el cristal, agarró todo el dinero que pudo. Sí, es un caso. Pero todos teníamos fe en la humanidad cuando íbamos a echarle un cable.

 -Bueno, pero es innegable que hay gente que ayuda a los demás a todas horas sin recibir nada a cambio. El egoísmo no es lo único que mueve el mundo.

 -¿Que no? Es lo único. Los que ayudan se sienten gratificados porque es su forma de sentirse bien. Lo hacen por ellos mismos, aunque indirectamente beneficien a otros.

 -Sabes, no sé si estás actuando o si realmente eres un nihilista en potencia.

 -¿Ya sean acabado los argumentos de “hay que creer en la gente, hombre” o “a veces se hacen cosas buenas”?

 -Mira, si no crees en nada, ni siquiera en la Humanidad (que es el último refugio para los más escépticos) no sé qué haces habitando este mundo todavía. Sí, todo es una putada. Una grandísima putada. Pero por muchos palos y desengaños que te lleves; por mucha maldad y mala suerte que haya a tu alrededor o sufras en tus carnes, al final, y por muy triste que seas, seguro que hay por cojones un último rescoldo de fe en el que sostenerte. Y seguro que no hay más porque no has buscado bien.

 -¿Y qué harías tú si matemáticamente hay cero esperanzas?

 -Pues mantenerme vivo a ver si aparecen algún día.

 -¿Y si no aparecen?

 -Siempre nos quedarán las pajas.

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