domingo, 5 de junio de 2011

Especiales


"Alekséyev"- Y así es como la dulce Martita se llenó la blusa con su propia mierda.

Juan- Joe, quillo, que historia tan heavy. Es peor que la de la polaca con la sardina. Pues a mí también me ha ocurrido algo este finde, aunque no tan divertido desde luego. ¿Te acuerdas de Felisa, la que atropelló al negro del semáforo mientras se retocaba los labios? Pues al final he caído en sus garras, tío.

-¿Y eso? ¿Ha dejado de ser estúpida? ¿O ha adelgazado quince kilos?

-Lo segundo

-Aaaaamigo

-No la soporto, es imbécil, tenemos que hablar de gilipolleces vacías para romper el silencio y escucha una música de mierda. Peeero, está buena. Bastante. Y me echa cuenta. ¿Has visto para lo que he quedado? ¿Me convierte eso en un típico tío de esos que tanto critico pero que en el fondo envidio?

- Pues sí. Por muy místico que te creas a veces eres un tío más. Vosotros los mortales creéis a veces que vuestros peos huelen distinto y que habéis nacido de una virgen pero al final, si sois algo listos os daréis cuenta de lo normalitos que en realidad sois. Y quizá en ese momento sí empecéis a ser diferentes. Hasta que os acomodéis en la superioridad de creerse mejor y volváis otra vez al ciclo.

-¿Oye y qué se supone que hay que hacer para ser especial?

-Por favor…

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