sábado, 25 de junio de 2011

El artista introvertido


Juan- Anda, maestro, no sabía que fueses un gran escritor. Estos textos son la polla, en serio, me tienen impresionado. ¿Y estas figuritas en plan expresionistas? Claro que lo mejor es esta máscara que guardas ahí también y que no pones para vender. Te comprendo, yo también querría conservar estas obras.

Maestro- Bueno, supongo que era cuestión de tiempo que tus ganas de cotillearlo todo te llevaran hasta mi, bueno, tesoro secreto. Todo eso es la parte de mi producción que más me refleja, lo más personal y autobiográfico. Así es como pienso y siento, o más bien como lo he hecho durante un tiempo. Eso soy yo, no es arte, no es ficción.

-¿Pero desde cuando el arte tiene que ser sobre cosas inventadas? Lo que haces aquí es expresar experiencias y sentimientos tuyos de forma impresionante, conmovedora. Solo le he echado un vistazo y te conozco mucho mejor, en serio.

-Primero, que escribir sobre uno mismo puede ser muchas cosas pero como arte, es algo dudoso. No hay ideas, ni requiere apenas imaginación ni creatividad, si acaso solo para exagerar y engañar, cosa que puede hacer cualquier estúpido. Y segundo, que si está escondido es por algo, porque no quiero que lo lea cualquiera (siento decirte que tú eres cualquiera). No es justo que con un vistazo rápido a un cajón puedas conocerme profundamente, sabiendo mis debilidades, mis temores, mis errores… Al menos no es justo para mí.

-Joe, perdóname maestro, aunque humildemente me atrevería a decir que cualquiera en su vida no soy, después de todo este tiempo. ¿No será que tienes demasiadas reservas para algunas facetas de tu vida? Además, tampoco es para tanto: no me he llevado muchas sorpresas por lo que he visto.

-Pues yo me siento realmente invadido, y no consiento que cualquiera lo pueda hacer sin mi permiso. Y si te parezco raro por eso…bueno, “raro”. ¿Acaso alguien sabe con certeza qué es lo “normal”?

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